Muy pocos objetarían una ley que tienda a erradicar el racismo y castigar la discriminación. La nítida diversidad de orígenes raciales de la población boliviana, ciertamente ha sido motivo de tensiones que generalmente llevo a la intolerancia que degenero, en no pocas ocasiones, en discriminación racial.
Si bien en el proyecto se menciona que el eventual cierre de un medio de difusión estaría sujeto a la reglamentación de esta ley, hay profunda desconfianza en que la aplicación de ese reglamento sea ecuánime y justa.
El problema comienza en disponer que los medios de comunicación y la población en general, radial, televisiva, escritos y las nuevas tecnologías de la información y comunicación como el internet, eliminen de sus programaciones lenguajes, expresiones y manifestaciones racistas, xenofóbicas y otros de contenido discriminatorio.
Esto reflejaría un claro peligroso para la libertad de expresión, ya que la calificación de racismo y discriminación podrá ser tan amplia que se podría usar para combatir a la prensa independiente.
“El medio de comunicación que autorizare y publicare ideas racistas y discriminatorias será pasible de sanciones económicas y de suspensión de licencia de funcionamiento, sujeto a reglamentación”.
Se está llegando a una crisis profunda sobre la diversidad (cultural, política, social, ideológica), en vez de que el estado tendría que concentrar legitimidad coerción, recursos públicos en un escenario de luchas.
“Sin libertad de expresión no hay democracia”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario