La ley desató las críticas de opositores y organizaciones de periodistas y medios de comunicación, que ven en ella la intención del gobierno de Evo Morales de imponer una mordaza y de acallar la disidencia, generó el rechazo enérgico de las entidades representativas de la prensa.
El artículo de la discordia indica: "El medio de comunicación que autorizare y publicare ideas racistas y discriminatorias será pasible de sanciones económicas y de suspensión de licencia de funcionamiento, sujetos a reglamentación”.
La nueva ley busca intervenir medios, además de sancionar y perseguir a quienes se atrevan a disentirlo, no se puede castigar a un medio de comunicación por la opinión de los entrevistados.
Se usó una causa muy noble que es la lucha contra el racismo para camuflar una ley mordaza. No se tipificó qué será racismo o discriminación. Esta ley es persecutoria, represora y perversa. El riesgo para los medios es que se puede iniciar procesos de desprestigio.
El Estado boliviano romperá con el sistema democrático al amordazar a la prensa. Esta acción será denunciada ante los organismos internacionales de defensa de los derechos humanos. Todos los artículos que pretendan limitar la libertad de expresión”.
Esto pone una dosis de susceptibilidad por la constante conducta hostil del gobierno contra la prensa; hostilidad que se manifestó reiteradamente en actos de violencia contra periodistas.
Bolivia esta ingresando a una especie de espiral que puede terminar hasta en una fuerte discriminación y racismo que podríamos tener consecuencias muy graves como el de Alemania. Y esta norma contra el racismo solo crea una sociedad racista y términos de racismo, no elimina el racismo elimina la libertad y la democracia, el derecho a tener voz, el derecho a tener una identidad social, y tener derecho a sentir el honor de tener criterio diferente.
Los medios de comunicación y la libertad sin restricción es el alma de una democracia sana.
LAVAYÉN ROCHA ANDREA DE FATIMA
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